Fernando Birri (Santa Fe, 1925) envió desde Roma un mensaje a los documentalistas que se encontraron en el Cine Gaumont para rendirle homenaje, y proyectar su film Los inundados restaurado. El evento se realizó el 27 de mayo, día del documentalista en honor a Raymundo Gleyzer.
Estas fueron sus palabras:
QUERIDOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DOCUMENTALISTAS UNIDOS EN DEFENSA DEL CINE DOCUMENTAL ARGENTINO TODOS:
Agradezco y acepto este recuerdo y homenaje siempre y cuando se entienda que es un homenaje
colectivo para todos quienes desde siempre hemos luchado por un cine mejor para todos, para una vida mejor para todos.
A mediados de los años 50 (para la precisión en 1955) cuando en nuestra Argentina ni se sabía muy bien lo que se entendía con la palabra “documental”, supimos escribir: “Tal la función revolucionaria del documental social en Latinoamérica. Al testimoniar como es nuestra realidad –nuestra subrealidad, nuestra infelicidad – la niega. Reniega de ella. La denuncia, la enjuicia, la critica, la desmonta. Porque muestra las cosas como son, irrefutablemente (y no como nos quieren hacer creer que son). Y el cine que se haga cómplice de esta mentira, de este subdesarrollo que denunciamos, es subcine. Como equilibrio a esta función de “negación”, el documental cumple otra de afirmación de los valores positivos de esa sociedad: de los valores del pueblo. Sus reservas de fuerzas, sus trabajos, sus alegrías, sus luchas, sus sueños”.
Y si hoy lo recordamos, atropellado por tantos y tantos bellos y valientes documentales actuales que ennoblecen la cinematografía nacional, es sòlo para confirmar –desafiando cualquier burocrático enfrentamiento- la salud de nuestras cámaras y grabadoras. Ya son de dominio público los virus y antivirus en juego, entre otros: amenaza de recortes del Fondo de Fomento a través de una Ley de Convergencia; estado general de alerta; defensa de los realizadores y realizaciones independientes; producción digital; apoyo para la distribución; temas todos bajo el común denominador que “la cultura es un derecho y no un negocio de las grandes productoras” y ergo, que nuestro cine debe estar en manos de sus realizadores y trabajadores audiovisuales.
Y asì apretamos fraternalmente nuestro pecho contra el de Dolly Pussi –y quien dice Dolly dice Cacho Pallero-, y el de Juana Sapire –y quien dice Juanita dice Raymundo Gleyzer-, y el de tantos, tantos compañeros que no alcanzo a nombrar, y por ellos digo:
DOCA, ADN, DIC, DocuDAC, RDI, PCI, RAD, Rolando Conejo Lòpez y la Escuela Documental de Santa Fé, hoy ISCAA, Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales, y el Centro Social y Cultural El Birri.
A todos, buena salud, buen trabajo futuro y buena estrella!
Fer
Fernando Birri
Fernando Birri junto a Margherita Tortora en Roma, donde le entregó
su ejemplar de Compañero Raymundo.
Compañero Raymundo 